La sala de grabación tiene una superficie de veinticinco metros cuadrados con un acogedor ambiente e iluminación.
La acústica de la sala se puede variar en función de la disposición de los paneles acústicos, incluso construir una cabina de aislamiento con ellos.
En caso que no sea necesario grabar instrumento por instrumento, la sala tiene un espacio suficiente para una banda de
cuatro o cinco músicos, y sea posible pinchar en caso que fuese necesario.
El aislamiento de cada instrumento se hace con paneles y separadores con ventana, para que exista comunicación visual entre los músicos.